Y me lo digo, lo afirmo y lo repito

Ella baila sola. Recordé enseguida sus canciones (amores de barra, lo echamos a suerte) como ráfagas de una época que observo desde un sofá raído de memorias. Ella baila sola. La plaza del pueblo iluminada por los ojos de una comunidad ajena a la locura urbana. Un Dj ecléctico que castiga la consola contorsionista entre cumbia argentina, paso doble y bachata. El pregón ya fue. Las fiestas acaban de empezar, pero de qué se habla, clarísimo, del pregón del año que viene, del recorte de presupuesto, de que el año pasado estuvo mejor. Crisis. Crisis en la punta de la lengua colectiva, mientras sus manos sostienen cubatas a 2 euros, pinchos morunos y bocadillos de lomo. Ella baila sola, rodeada de infantes desencajados porque se les permite corretear y gritar a horas intempestivas, en plena noche llena de adultos que entregaron su eje espacio-temporal a la cerveza, para dejarlos un rato a su aire. Me mira. Claro, el paso doble se sale de la consola con rabia. En un momento que no retengo, me veo rodeándole la cintura, pisando cadenciosa la piedra de la plaza de la Constitución. Ya no baila sola. O bailamos solas las dos. Con 40 años que deberían separarnos visceralmente y que, a Dios gracias, no lo hacen. Después, Mariachis, José Tomás, Aguascalientes y Galapagar. Ahora, al son de Mentirosa bailamos los dos. Ajenos a la locura urbana. Se representa mientras tanto una escena de Bienvenido Mr. Marshall. Se arrojan desde un balcón 300 sombreros cordobeses. Se venden teteras, polleras hippies, iniciales autoadhesivas, cohetes, mojitos y tés. Se levanta el estado etílico de la comunidad, claro, se ve en la sangre que va poblando más caudalosa las venas de los rostros. Y en que crisis deja de repetirse cansinamente. Después, grupo musical en vivo, fórmula: Rata Blanca+flamenco+LuisMiguellyrics. Saltar y saltar. Genial los tres. Después, el encierro bajo un sol de mala leche. Un toro se sale de la vaya, coge a dos. El tercer toro precioso. Color téconleche. Y. se nos pierde y, en modo padres, buscamos desesperados. La plaza llena, recortadores con camisetas del Barça. Subidón, un poquito de miedo. Después, la ofrenda floral al Cristo de las Mercedes. La misa solemne, pleno de las autoridades completamente camufladas con la gente. La concejala de fiestas es más maja. Las señoras la persiguen para que les dedique unas palabras que se convertirán en el tema de la sobremesa. Ya nadie baila solo. No hay tiempo. Procesión por las calles cortadas, sin coches, milagro. La banda se sale de lo lindo que toca. Y. me lo dice y yo le creo porque sabe mucho. El Cristo es bonito. Vamos, que es reciente, nada del siglo XVI. Seguro que mal restaurado. Múmal. Volvemos a entrar en la casa del Señor, bendición final, aplausos, fotos. Queda la noche, danza española, fin de fiesta, cohetes miles. Cuidado hija con las chispas. Los abuelos felices. Los críos sacados. Los jóvenes graciosamente enchispados. Los chinos facturan de miedo. Se venden teteras, polleras hippies, iniciales autoadhesivas, cohetes, mojitos y tés. Y me lo digo, lo afirmo, lo repito. ¡La que vamos a montar allá donde vivamos! Fiestas patronales, populares, populistas, middle-class burguesas, barriobajeras, copetudas. Para que todos bailen solos.


10 comentarios on “Y me lo digo, lo afirmo y lo repito”

  1. Anónimo dice:

    son las fiestas de tu pueblo? pinta muy lindo, che. cuando se muden al lugar donde vayan a vivir me sumo a la organización de las fiestas patronales. me encantaría verlo de primera mano…
    salu2

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    • Melusina dice:

      Sí, efectivamente, las fiestas de Galapagar city. Lo pongo primero en la lista de colaboradores en futuras fiestas de lugares inciertos. Qué lindo suena!! Besos

      la melusa

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  2. Ireton dice:

    señora porqué no escribe ma seguido! uste no cuenta, usté relata, como el planeta cósmico del barrillete del que viniste!

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    • Melusina dice:

      Don Ireton, aunque no tengo el placer de conocerlo, le agradezco los piropos. Tampoco se pase, que para barrilete cósmico ya tenemos uno y nos sobra. Siempre ahí para usté. Ohhhhhhhh.

      Melusina

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  3. Lagartito dice:

    la crónica mencantó. Porque me recuerda a las fiestas de mi pueblo cuando era pequeña, cuando mi mamá me compraba cintas de colores de la virgen del Acebo, chuches, y todos bailábamos borrachos de vino los mayores y de rosquillas los pequeños. Sobra decir que a la merienda en la romería mi madre llevaba la empanada más grande.

    las fiestas de los pueblos y del extrarradio se salen de la tabla de multiplicar (que aprendan los señoritos del centro de madrid, conio)

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    • Melusina dice:

      Lagarta, no deja de ser una humilde cŕonica vista por unos ojos que no han vivido algo así en su tierra. Se ha perdido, como tantas cosas buenas. Todavía guarda las cintas de colores de la Virgen del Acebo? Me imagino la empanada de Oliva y me saltan las lágrimas. El extrarradio está sin civilizar y eso es lo mejor de todo. Usté lo sabe mejor que nadie, aluchana clinique!

      la quiere
      la melusa

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  4. Lagartito dice:

    que el casticismo que le queda a las fiestas de la Paloma lo patrocina elcorteinglés

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    • Melusina dice:

      Ja! Exacto… Aluche y Galapagar no tienen corteinglés… nos quedan unos años de vida!!! Rock ‘n roll always beibi. No a la civilización!!!!
      Hasta la victoria secret.

      la melusa

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  5. Ireton dice:

    quiero vivir en un pueblo con fiestas!

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