Equipaje alfabético en tercetos
Publicado: 07/06/2012 Archivado en: pastiche 2 comentariosDespués de Adele, retomo la promesa de la serie Equipaje de mano. postergada pero nunca olvidada. Acá van de a tres mis homenajes… Sabrán disculpar que no sean endecasílabos ni tercetos de verdad. Pero sí tienen alas y ya no son míos. Como decía mi amigo personal Ludwig Wittgenstein: Todo lo que en absoluto se puede decir, puede decirse con claridad, y de lo que no se puede hablar, sobre ello debemos guardar silencio. Hablo entonces de mis amigos, diciéndolos para mí.
El pedacito más lindo de Argentina, el más alegre, el que aguanta como una roca sin aristas los vaivenes de la envidia y la dificultad, ésa es ella. Con una mirada sin tiempo ni espacio porque de sus ojos surge esa claridad que derriba desamores y pesares. Porque siempre ha dicho que sí a todo, de verdad, con una fe reveladora y hecha carne. Contra el optimismo radical y estéril, a favor de la aventura y el reflejo honesto de uno mismo que, frente al espejo, siempre está solo. Me guardé su fidelidad y honor a sí misma, me la llevé conmigo.
¡Cuánto nos faltó! Me llenaste de risas y de belleza, de los gestos flexibles de tu piel joven y temeraria. De una apertura que lo quiere todo pero que solo deja entrar aquello que se atesora en lo más profundo. Sos una primavera permanente, completa de margaritas y libros, sin bichos, no. Completa de sabiduría y honestidad que es lo que te sostendrá el resto del camino. Me llevé tu audacia, tus ojos donativos, tu inteligencia. Se quedó conmigo el saberte compañera y quererte en mi vida.
Nos dimos de a poco, como todo lo bueno, uno al otro. Me diste lecciones del sabor de aquello que aparece naturalmente, como las arrugas y los años. Nos dimos nuestras diferencias como fuente de cariño y confianza, en forma de una intimidad masculina que me hacía falta desde otro lugar, que me hacía más yo. Me hice alumna de todo lo que te apasiona y no me dio vergüenza contarte algo de lo poco que sé. Que ahora es más porque te llevo conmigo, pase lo que pase.
Qué bonitas adivinanzas, llenas de cariño… la tercera la acerté, las dos primeras no, coÑÑÑÑÑO
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Usté deje de querer saber todo, cojines, y hágame caso: cierre Campamento y raje ASAP que se vienen el-rey-más-allá-del-Muro. Ya irá adivinando, mi rubis, lo bueno viene de a poco.
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